La novela negra de la generación beat


…Emergiendo en plena madrugada de la nube de sueño, Jack se percató de que Lucien estaba sacudiéndolo del brazo “bueno, dijo Lucien, ya me deshice del viejo”

Esta es la historia de la novela oculta que Jack Kerouac y William Burroughs redactaron al limón sobre el asesinato de David Kammerer, un monitor de scout boys obsesionado por un joven adolescente llamado Lucien Carr y que terminó en las librerias tras su publicación con el título And the hippos were boiled in their tanks (Y los hipopótamos hirvieron en sus tanques) pese a que nunca debió haberse hecho.

Dos escritores, un asesino, un homosexual y un cuchillo, ingredientes perfectos para cuajar una historia real, una novela negra y totalmente apropiada para la pluma de aquel grupo de jóvenes veinteañeros alocados y aficionados a las juergas, la aventura y al alcohol. La Generación Beat.

El trece de agosto de 1944, cuando sólo tenía diecisiete años, Lucien Carr, amigo de la santísima trinidad Beat, (Kerouac, Ginsberg y Burroughs) asesinó a su monitor de scout boy y profesor de educación física, David Kammerer de 45 años, quien llevaba tiempo persiguiéndolo sintiéndose atraído por el joven.

Aquella madrugada, sentados sobre alguna banca del Riverside Park, Kammerer se habría propasado con Carr, tratando de acercarse más que nunca en su intento de conquistar al joven por lo que el adolescente de inmediato le atestó una puñalada mortal con su cuchillo de explorador.

“si no puedes quererme entonces mátame” es la frase que se atribuyó en los círculos de la universidad de Columbia al deseo del profesor por su alumno. Una historia totalmente parecida a la que mantuvieron Rimbaud y Verlain y que terminaron en desenlaces trágicos y de corazones homosexuales rotos.

Desorientado el joven asesino corrió a ver a Burroughs en busca de consejo, aterrado, cada vez más, por la idea de la silla eléctrica en la cárcel de Sing Sing. Bill no lo abandonó a su suerte, sino que le hizo preguntas para llamar la poca calma que se respiraba en la atmósfera. Además le sugirió que se entregara a la policía, que consiga un abogado por medio de su madre y que adujera defensa propia ante un intento de violación. Hecho que más tarde el Daily News caracterizaría como “muerte por honor”

A continuación fue a ver a Jack, informándole la historia mientras caminaban por la calle 118 hasta el Morningside Park donde el escritor vigilaba sigilosamente mientras Carr enterraba las gafas de su víctima, después arrojó el cuchillo a un desagüe de la calle 125 por consejo de Kerouac y se dirigieron a un bar donde se tomarían el último trago.

Al día siguiente del incidente que terminó por dinamitar al grupo, Carr se entregó por consejo de ambos amigos, se declaró culpable por homicidio y paso dos años en una cárcel para menores al norte del estado de Nueva York. Burroughs y Kerouac fueron detenidos por complicidad y sus huesos fueron a parar en Chirona, aunque por poco tiempo.

La novela basada en el trágico suceso que protagonizó Lucien Carr fue escrita a dos manos en el año de 1945, consta de 18 capítulos de los cuales nueve están firmados por un tipo de nombre William Lee (William Burroughs) mientras los otros nueve restantes por otro que estampó la firma de Jhon (Jack Kerouac).

Obviamente ninguno de los protagonistas aparece con su nombre real, aunque es muy claro entrever el perfil de ambos escritores en sus personajes; Wil Deninson un camarero sumido en el submundo criminal de Nueva York y un marinero mercante bebedor llamado Mike Ryko, son los narradores de la muerte que marcó la generación beat.

“los bares cierran a las tres de la madrugada los sábados por la noche, así que llegue a casa sobre las 3:45 después de desayunar en el Rikers, en la esquina de Christopher Street con la Séptima Avenida. Deje el News y el Mirror sobre el sofá y me despoje de mi chaqueta mil rayas y la tiré encima. Me iba directo ala cama”. Se sabe que estas son las primeras líneas de la novela.

Aunque Kerouac había prometido a Lucien Carr nunca escribir sobre el trágico suceso, el escritor faltó tres veces a su promesa. En "La ciudad y el campo", su primera novela, ya lo mencionaba y en "La vanidad de los Duluoz", su última, ya coqueteaba con discretos detalles. A pesar de todo, el episodio de Kammerer reforzó la relación Kerouac Carr por lo que además Ginsberg dijo alguna vez: “Lou era el más aglutinante”.


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