Vagando entre la melodía de Tom Waits


Noches baratas llenas de ilusiones perdidas, alcohol sin contemplación, golpeando fuertemente el teclado en el café de mala muerte “Atomic”, el relato de algún alma triste espesa de alquitrán, y muchas veces lidiando con el peligro. Así debió ser la vida de Tom Waits.

Sería difícil catalogar a Tom Waits a través de los años; cantante, compositor actor, uno de los artistas de su generación dispuestos a abordar ese tren de madrugada de la autodestrucción, al filo de la noche, donde sus obras se basan entre la desesperanza, el “delirium tremens” de sus canciones y el vagabundeo de algunos pobres incautos, tal vez asaltados en algún rincón oscuro de la ciudad.

Y es que este “chansonnier”, vio la luz pública con el álbum “Closing Time” (1973), sin embargo más tarde su segundo disco “Heart of Saturday Night” (1974), le daría el crédito merecido el cual definiría esa voz cansada de alcohol, y cigarrillos, una voz gangosa protestante acompañada del ese viejo ritmo blues y jazz subterráneo que como el definiría luego con sus propias palabras: "Una canción debe tener su propio sistema nervioso. La melodía es como el humo, y el ritmo son las toses."


Pero no sólo tenemos al Waits cantautor, sino también al actor, desarrollando papeles anecdóticos, o tal vez a los mismos protagonistas de sus canciones como por ejemplo; un desgarbado dueño del billar en “Rumble fish”, el camarero de “Outsiders”, el gorila del “Cotton Club” o el Dj. de radio cuesta abajo sin oportunidades el cual terminaría encerrado en la cárcel por un crimen que no cometió en el film de Jim Jarmusch Dwon by Law.


Las influencias directas de este “mítico viviente” se relacionan con aquellos relatos de tragedias urbanas que los escritores de la generación Beat, Jack Keruac, Charles Bukowski y William S. Burroughs (con el cual participó en la ópera cómica The Black Ride), los cuales marcaron el prólogo que más adelante se expandiría en el llamado “verano de las flores” en Norteamérica de los años 60tas.


En la actualidad, su música experimentada con la conjunción de nuevos sonidos, agregando instrumentos primitivos y su voz, la cual aparece aún más oscura y sórdida y la base del jazz, blues o tango, deleitará a algunos melómanos dispuestos a torturarnos e insertar estas melodías en el sountrack de nuestras vidas.


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