Sexo, drogas y micrófonos ocultos
Aunque parezcan delirios alucinógenos de cualquier novela de James Ellroy , es una realidad documentada: el FBI y otras ramas del Gobierno estadounidense investigaron a intérpretes de rock , folk o pop. El historiador italiano Mimmo Franzinelli en su reciente libro "Rock & servizi segreti" acaba de hacer público cuáles fueron los interés del FBI por la farándula durante los años 50tas y 60tas, interes que derivaba de su fundador, J. Edgar Hoover , quien asumía que cualquier información daba poder. Asimismo, mientras los trapos sucios de Frank Sinatra servían para presionar a los Kennedy , que compartían su debilidad por la carne femenina, los criterios del director de la Oficina Federal de Investigación eran misteriosos; del showman Liberace no se registró su homosexualidad sino su afición a las apuestas clandestinas. Durante la explosión de la contracultura a mediados de los sesenta, hippies y estudiantes universitarios de todo calibre tomaron las calles, así no p