El gran asalto de la Banda del Choclito… De rodillas!!!!!!!

Uno de los sketchs cómicos más recordados de la televisión peruana, luego de haber vivido largos años de control militar y que surgió entre apagones, paquetazos, leche Enci, dólar MUC, y crisis políticas, fue el de “La banda del Choclito”, memorable recreación delincuencial de El Padrino o Los Intocables, que incidió más en la contracultura y el costumbrismo limeño. 

“Panamericana Televisión presenta… La banda del Choclito” anunciaba la voz aguarrientosa de Román “El Ronco” Gamez (más tarde reemplazado por Guillemo Rosini) que continuaba con una serie de apelativos estrafalarios a los integrantes de esta mítica e inolvidable pandilla de ineptos; “Con ustedes… el piojo cruel, cara de guante de box, el terrible gorgojo de quinua, el único delincuente de probeta, el popular juanete de minero… Choclito” seguido por el impresentable Guayabera sucia, el envejecido Mapache que figuraba casi como el mudo Harpo Marx, y el más torpe del grupo; Ojitos lindos. 

Asimismo, esta secuencia cómica que se presentaba dentro del menú de nuestro emblemático Saturday Night Live, Risas y Salsas, fue ideada por Álvaro Gonzáles, el popular “Guayabera sucia”, quien propuso a Carlos Velásquez, director y libretista del programa en aquel entonces, crear una banda de asaltantes conformada por una sarta de manganzones y liderada por un minúsculo enano, llamado en la vida real Justo Espinosa, más conocido como “Petipan”. 

En cada episodio, La banda del Choclito apelaba al ridículo, a una torpeza única y propia de personajes como Cool Mc Cool o el Chapulín Colorado, sazonado con cierta vulgaridad humorística, a través de fallidos asaltos, resondrones, gritos, chapas y lapos. 

Como no recordar las muecas de Pedro “Chino” Yufra, quien encarnaba al aturdido “Ojitos lindos” y su caricaturesca representación como uno de los delincuentes de poca monta, estúpido y en ocasiones inocente hasta el hartazgo, el más callado, taciturno y ojeroso Mapache, personificado por el ya fenecido José María Centurión y el desastrado Guayabera Sucia, interpretado por el menos conocido como pedagogo teatral, Álvaro Gonzáles. Pero sin duda alguna, esta extravagante banda de hampones no podía ser la misma sin la participación del Choclito caracterizado por Justo Espinoza, el popular Petipan de aquel legendario programa cómico llamado “El Tornillo”, que con su bigotito facho y Puro en mano, sacudía a golpes reales a todos los miembros del legendario grupo de maleantes. 


Choclito alimaña y sin mucha maña  

En efecto, la temática del sketchs consistía muchas veces en idear un plan para asaltar casas, robar bancos o estafar a la gente, y este siempre estaba a cargo del malhumorado enano, quien arremetía contra sus secuaces, pero de una manera bastante caricaturesca y obvia, cada vez que estos “idiotas” e “imbéciles” (así los llamaba Choclito) terminaban arruinando el maquiavélico propósito. 

Ya han pasado más de 20 años desde que la secuencia saliera del aire y forme parte de la biografía cómica televisiva del Perú, la misma que muchas veces esta basada en aquella típica psicología criolla; la de batir al amigo, agarrar de lorna al menos vivo, o simplemente satirizar lo real. 

De esta manera, y gracias a la simpleza de los caracteres, La banda del Choclito alcanzó el éxito que tuvo, éxito que paradójicamente nunca benefició a los actores, hoy olvidados en algún rincón del YouTube o en aquellas esporádicas y madrugadoras repeticiones de ese canal que parece caerse a pedazos como el mismo cuerpo de Michael Jackson. 

Y es que, en un país donde verdaderas bandas criminales como, los Sánchez Bedón, Momón, los Injertos o los Destructores sembraron la alarma social en los 80tas, la propia ridiculización de estas fue un claro manifiesto cómico que la masa popular acogió en sus televisores National de perillas y antena V. 

The Chollywood true history  

En la actualidad, de aquellos actores que interpretaron a los personajes de La banda del Choclito se sabe poco o casi nada, después de que el reciclaje criollo de los años posteriores a Risas y Salsas nos invadiera de Paisanas Jacintas y cómicos ambulantes.

Quizá uno de los últimos testimonios televisivos al más fiel estilo de Hollywood True History versión chola sea el del programa Magaly TV, que mostró ya hace algunos años al mítico Justo Espinoza, como un hombre desquiciado, malo, retraído y resentido social y que vivía en un departamento sucio de la unidad vecinal Nº 3, el mismo que se lo había arrebatado a su verdadero dueño, un anciano de buen corazón que lo alojó al enviudar. 

Como sea, La banda del Choclito fue un boom, un clásico dentro de otro clásico como lo fue Risas y Salsas, y que tomó por asalto el imaginario de tres generaciones de peruanos, los mismos que reían cada vez que escuchaban frases como; ¡de rodillas!, ¡apa, apa, que me vas a dar! o !ahora.... les voy a dar chocolate! y que hoy, ni el cable satelital ni la televisión digital volverán a transmitir.

Comentarios

Entradas populares de este blog

"El show de Elena Cortez"

Juegos de Verano, la primera porno psicodélica argentina

Estrellas peruanas de los sesenta en Bromas S.A.